Después de todos estos años compartiendo tanto con los animales, uno se da cuenta
de cuánto se sigue aprendiendo de ellos de forma inconsciente,
y todo esto a cambio de nada mas que de amor y atención.
Al ver lo incondicionales que son, no se puede hacer otra cosa más que ofrecerles toda tu ayuda,
y más cuando como en este caso, tu pasión se convierte en tu profesión,
aprendes que si se aplicasen la mitad de sus valores a nuestra vida cotidiana todo sería más sencillo.